miércoles, 27 de enero de 2010

Comenzando el año...


Bué... aquí estoy! Nuevamente en el laburo, en la Ciudad, comenzando el año...
Tuve casi todo el mes de enero de vacaciones... la primer semana estuve en casa, después me fui unos días a Córdoba y La Rioja, y esta última semana decidí volver a trabajar para guardarme días. A pesar del calor infernal que hace, se que durante el año aprovecharé muy bien estos días!!

Las vacaciones estuvieron espectaculares. Fuimos con Martín y una pareja amiga a Nono, en Córdoba, cerca de Mina Clavero, zona de Traslasierra. Acampamos en San Sebastián, en las afueras de Mina Clavero. Nos tocaron días espectaculares donde nos llevaron a conocer lugares bellísimos con cascadas y ollas profundas y con muy poca gente! No me conecté a internet, tenía poca señal del celular, y no sabía ni qué día de la semana era! Fue maravilloso!!
El último día llovió, así que fuimos a conocer el Museo Polifacético Rocsen (www.museorocsen.org), muy entretenido y simpático, gracias a su variedad!
Después nos fuimos unos días a La Rioja a visitar a una tía de Martín. Ahí también estuvo muy lindo pero faltaba el agüita, así que pasábamos la tarde con la sagrada siesta y aproveché para leer mucho.

Esta es la primera vez que -en contacto con la naturaleza- siento la presencia de la Diosa. La sentí en las cascadas, los árboles, las sierras, las aves...
Un día fuimos a una cascada donde no había nada de gente, y fuimos trepando las rocas hasta encontrar otras cascadas y saltos de agua. Hubo un momento que no pudimos trasladar más las cosas porque había que seguir por el agua, así que dejé mi cámara, mis ojotas y un pareo que había llevado, color blanco mezclado con gris, que suelo usar como velo. La travesía estuvo excelente pero terminé llena de raspones y cortes. Martín casi se cae por una cascada, que si bien no era profunda, se podría haber dado un golpe serio contra las rocas. Pero logramos salir sanos y salvos! Cuando fuimos a buscar nuestras cosas (cámara, calzado, etc), estaba todo menos mi velo... evidentemente se voló, ya que si alguien se hubiera acercado a robar se hubieran llevado la cámara, además en esa zona no había nadie y era de difícil acceso. En ese momento recordé a Yemanja, la diosa del agua, y me imaginé a la diosa aceptando el velo como ofrenda...
Recordé un cuentito de literatura fantástica que leí alguna vez... el personaje era una aprendiza de bruja que se llamaba Luna Muy Fina, y ella cruzaba un bosque y ofrendaba un broche de plata con forma de sapo... no se porqué lo relacioné, pero no me puse triste por perder mi velo...
Todavía no tengo muy en claro si mi sentir interno con respecto a La Divinidad tiene género, lo que estoy segura es que no es el Dios patriarcal de las religiones cristianas, y me gusta imaginarlo como femenino...

Y cuando llegué a Buenos Aires, no volví a sumergirme en la vorágine de la ciudad... estoy más tranqui... estuve limpiando los correos acumulados pero no tengo ni ganas de ponerme a contestar... no es como antes que me apuraba a subir las fotos (aunque obviamente ya subí a facebook una selección), me lo estoy tomando de otra manera.
Descubrí que se puede vivir sin internet!! No voy a hacer extremista... no dejé de usar internet ni la computadora, simplemente bajé un cambio... y creo que es producto del contacto que tuve con la naturaleza.

Dejo algunas fotos, no tanto del maravilloso paisaje serrano, sino de la maravillosa agua, y hasta un bichito que me crucé en el camino!