Este fin de semana fuimos a la costa, para ser más precisa a San Clemente del Tuyú, primera ciudad del Partido de la Costa, cerquita... 300 kilómetros...
La idea era ir a conocer las Termas Marinas... como a nosotros nos gusta el turismo termal, y conocemos varias termas de Entre Ríos, fuimos a ver qué onda con estas...
Por empezar, el tiempo no nos ayudó... salimos con lluvia y llegamos con lluvia. Cuando fuimos a conocer las termas nos llevamos una sorpresa... el camino de tierra (bah, arena), completamente embarrado por la lluvia y sin la menor señalización... así atravesamos 5 kilómetros con miedo a quedarnos varados... una vez llegados a la terma, nos enteramos que el horario es hasta las 18! A diferencia de las termas a las que solemos ir que nos podemos quedar hasta la noche adentro del agua.
El valor de la entrada, por persona, ahora que no es temporada, ni fin de semana largo, ni vacaciones, es de 33$. Nos pareció un poco mucho... en las otras termas estamos acostumbrados a pagar la mitad o menos.
Como la mayoría de los parques temáticos, copia de los parques yanquis, nos encontramos con restricciones por todos lados... altísimo precio de entrada, horario corto, y no está permitido entrar con comida y/o bebida (y ellos venden todo carísimo adentro).
Por Mundo Marino ni siquiera pasamos porque nos dijeron que valía más de 50$ la entrada... y esto resultó ser más o menos lo mismo!! Me pareció muy similar a Temaikén... el puesto de "Popcorn", el alquiler de cochecitos de bebé, los edificios con forma de castillitos pintados de distintos colores... y el poquísimo sentido común de los empleados, que tienen una programación tipo "Mc Donalds".
No nos dejaron entrar a conocer el lugar, si pagábamos la entrada y queríamos salir a buscar algo al auto, teníamos que pedir "la contraseña" para volver a entrar!!! Y encima el estacionamiento lo cuidan los Bomberos Voluntarios de San Clemente, a los que hay que pagarles -a voluntad- el cuidado!
Decidimos irnos y volver al otro día, porque ya era tarde y con la entrada tan cara no queríamos gastar tanta plata. Al otro día -con solcito- fuimos desde temprano. Pudimos pasar con la canasta del mate (por ahí porque había poca gente no controlaron).
Las piletas (bah, piscinas), son hermosas, el agua espectacular, super salada y llena de minerales, flotábamos de nada... así que la pasamos bien, no lo negamos. Pero todo lo que nos rodea nos molestó bastante, porque las cosas pueden ser de otra manera.
Se podía sacar fotos y filmar... pero no usar las imágenes con fines comerciales!! Qué son fines comerciales?? No les conviene que la gente suba las fotos a internet y publicite el lugar??
Apenas entramos nos ofrecieron sacarnos "la foto familiar" (que después revelan y nos venden a un alto precio), y yo les dije "No gracias, traje trípode y todo!". La cara de orto de los empleados no tiene nombre!!!!!
Cuando quisimos ir al auto a guardar las cosas así podíamos pasear por el parque sin bártulos, nos encontramos con que la salida es con molinete! Y no se puede volver a entrar!! Por suerte nos encontramos con el único empleado del parque con sentido común, que nos indicó una puerta -que estaba sin llave- para ir al estacionamiento y volver a entrar.
Cuando hicimos el paseo, donde saqué unas fotos hermosísimas del atardecer, un cuidador retó a Martín por estar del otro lado de la valla (más cerca del mar).
Cuando finalmente nos fuimos, bastante disconformes por la atención, nos encontramos con que nos habían pegado una hermosa calcomanía de "Termas Marinas" en el vidrio del auto!! Menos mal que salió fácil, porque Martín ya estaba dispuesto a putearse con los Bomberos!!
Conclusión: Las termas nos siguen gustando y las seguimos disfrutando, pero nos molesta mucho que lo único que busquen es hacer negocio y se olviden que hay personas del otro lado que merecen un buen trato, porque a nosotros no nos dan ganas de recomendar estas termas, es más, nos dan ganas de advertir "Ojo si van acá que es caro y te tratan mal".
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